Capítulo 21 La verdadera cara
Al aterrizar en el avión, Mariana fue directamente a la escuela.
Lo que la sorprendió fue que Pablo se mostraba bastante sereno, incluso le preguntó con naturalidad si en el Reino de Serenalia se había divertido.
Mariana vaciló un instante, pero pronto respondió: —Sí, estuvo bien.
Aunque, en realidad, salvo la noche de la fiesta, el resto del tiempo lo había pasado en el hotel.
Pablo asintió lentamente.
Mariana dudó un poco antes de preguntarle: —Ese día que me llamaste...
—Es que te mandé varios mensajes y no contestaste, me puse ansioso.
Mariana sonrió. —¿Y por qué te preocupabas? No me iba a pasar nada.
Pablo la miró fijamente durante un rato, luego levantó las manos y le hizo señas. —No importa lo que pase, yo solo quiero que seas feliz. Todo lo demás me da igual.
Mariana se quedó un momento sorprendida, luego le sonrió con ternura. —Lo sé.
Pablo apretó los dedos antes de volver a señar. —Así que... Si él puede tratarte bien, tampoco es que yo insista en que te divorcies y te vayas

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