Capítulo 18
Llevaron a Isabel al sótano. Ella había estado encerrada allí durante tres días completos, sin comer, y sin una pizca de luz, incapaz de distinguir entre el día y la noche, sin saber cuánto tiempo había transcurrido realmente.
Se encontraba en un estado de confusión mental total cuando, finalmente, la puerta frente a ella se abrió.
Un haz de luz penetró bruscamente en la habitación. Al principio, Isabel no reaccionó, mirando fijamente hacia la entrada, atónita.
El hombre la observó desde arriba durante mucho tiempo.
Ella sintió que una mirada permanecía fija sobre su cuerpo durante un largo rato. La mente entumecida de Isabel comenzó a reaccionar lentamente, su mirada se fue enfocando poco a poco, y miró en esa dirección.
¡Era Rubén!
En ese instante, como si hubiese encontrado una esperanza, se levantó bruscamente y se aferró a sus pies.
—¡Rubén! Ya sé que me equivoqué, de verdad lo sé, por favor, perdóname, te lo ruego. Cambiaré, no volveré a hacer esas cosas nunca más.
—Todo fue culp

Haga clic para copiar el enlace
Descarga la aplicación Webfic para desbloquear contenido aún más emocionante
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil