Capítulo 659

Emilio no sabía cuán complejos eran los pensamientos de las dos personas que estaban de pie a su espalda. En un momento, sus ojos se iluminaron al posarse en una pieza de porcelana. Esta porcelana parecía un poco como un plato, completamente cristalina y translúcida. La tomó de un tirón y la agitó en la mano. Fabián, asustado, exclamó: —Señor Emilio, este es un plato de la antigüedad, único en el mundo, no vaya a romperlo. Emilio no tenía idea de lo que era un plato de la antigüedad, solo pensaba que se veía bonito. —Quiero este, Silvio. Quiero este. Él bebió un sorbo de café. —Está bien, prepara el equipaje, vamos a salir. Emilio se alegró al instante, y le entregó el objeto a Fabián para que lo empacara. Fabián sintió lástima, esa pieza valía mucho dinero. Pero como Silvio no tenía objeciones, él tampoco dijo nada. Desde que subió al jet privado, Emilio estuvo tan emocionado que no quiso dormir. A su lado, Silvio mantenía su porte de ejecutivo maduro, tecleando en la computadora. Emi