Capítulo 420

Lorena bajó la cabeza y comió con el tenedor, mientras en su mente ideaba cómo actuar; si Salvador quería buscarle problemas, ¿cómo podría librarse de él? Salvador era una persona de métodos implacables y, cuando se empeñaba en algo, nadie podía resistírsele. Por supuesto, tampoco se olvidó de servirle agua a Pedro. —No estoy nerviosa, toda mi atención está puesta en cómo disculparme con usted. —Siempre has sabido mentir. El sonido del agua vertiéndose en el vaso resonó con un "gluglú"; Lorena notó que él había utilizado la palabra "siempre", lo que significaba que ya había perdido credibilidad ante él. Con toda seriedad, dejó el vaso de agua y apoyó ambas manos sobre las rodillas. —Señor Pedro, hoy vengo a disculparme de verdad. Lo ocurrido en la fiesta dañó mucho tu reputación. Excepto romper con mi novio, que eso no puedo hacerlo, cualquier otra condición que pongas la aceptaré. —Lorena. Aunque su tono era suave, estaba cargado de advertencia. Al escuchar que la llamaba por su nombr