Capítulo 86 ¿Tienes algo más que decir?

Una tibieza extraña recorrió el cuerpo de Mariana y la hizo estremecerse levemente. Sin embargo, no lo apartó ni mostró reacción alguna. Ella había pensado que Enrique daría el siguiente paso. Al fin y al cabo, el propósito de acercarse de esa manera ya era más que evidente. Pero, para sorpresa de Mariana... no lo hizo. Parecía que lo único que quería era abrazarla. Ese abrazo, carente de deseo, la incomodó y la hizo sentirse aún peor; se tensó más. Entonces, no pudo evitar empezar a forcejear. —Suéltame. Sus dientes permanecían apretados y su voz temblaba ligeramente. Enrique no respondió, ni aflojó los brazos. Mariana agachó la cabeza e intentó apartar sus dedos uno por uno, pero apenas lograba liberar una mano, él la volvía a sujetar con la otra. Era como un combate silencioso de tira y afloja, aunque, en cuanto a fuerza... Mariana estaba en desventaja desde el principio. Al final, sus manos cayeron sin fuerza. No volvió a decir nada, pero su espalda, de cara a él, se mantuvo rígida