Capítulo 17

Cuando volvió a salir del sótano, el asistente le entregó un pañuelo. —Jefe, ya tenemos los resultados del análisis de las pertenencias. El ADN que encontramos no corresponde al de la señorita. Es posible que no haya muerto. Abelardo se limpió las manos con el pañuelo, y en sus ojos apagados, brilló un poco de luz. —¿Qué dijiste? —Encontramos una pequeña cantidad de tejido humano, pero el ADN no coincide con el de la señorita Natalia. Además, ese día la aerolínea reportó que faltaba un pasajero, probablemente era la señorita. Aunque también podría tratarse de un error —dijo. Este resultado de la investigación le devolvió la esperanza. Mientras existiera la más mínima posibilidad, él no se rendiría fácilmente. —Si es así, entonces búsquenla, no se detengan hasta encontrarla. Si no le pasó nada, entonces debe estar escondiéndose. No solo deben enviar gente a buscarla por todo el país, también deben difundir mensajes en internet. No importa quién sea, quien tenga información sobre ella re