Capítulo 316

A pesar de su renuencia, aceptó dejarla ayudar. Sin embargo, tenía su razón. No sería fácil quitarle al segundo al mando del sindicato de la droga. Cualquier ayuda que pudiera obtener probablemente sería útil. Nixon regresó al hospital y luego regresó al auto con dos mudas de ropa. Un conjunto de ropa de enfermera para Lucía y un conjunto de batas de médico para Howell. Lucia y Howell se pusieron rápidamente. Luego, los tres entraron al hospital con confianza. Entraron directamente a la unidad de cuidados intensivos. La enfermera sentada en el mostrador de recepción sintió que algo andaba mal con ellos y les preguntó. Al ver que levantaban sospechas, Nixon se coló detrás de la enfermera y le inyectó algo en el cuello. "Media hora inconsciente", le recordó Nixon a Lucía mientras arrastraban su cuerpo inerte detrás del escritorio. Lucía sería quien ocuparía su lugar como enfermera receptora del departamento. Las palabras de Nixon también significaban que debía irse después de media hora,