Capítulo 755

León volvió a pisar el acelerador, pero sus ojos se tornaron levemente fríos. —Está bien, ya entendí. Silvio me pidió especialmente que te vigilara, que no hagas locuras. En un mes, Pedro se va a Norteamérica, y tú también regresarás. Durante este mes, no causes problemas, ¿de acuerdo? —Entendido. Emilio colgó la llamada y, unos minutos después, llegó a Jardines de la Paz. Lorena estaba parada en la entrada de la casa principal y desbloqueó la puerta con su huella digital. Justo cuando se cambiaba los zapatos en la entrada con soltura, cruzó la mirada con Pedro, que bajaba por las escaleras. Él llevaba puesto un traje oscuro. Al verla, se detuvo por unos segundos, luego bajó la mirada y se dirigió al sofá. Lorena acababa de pasar por una experiencia de vida o muerte, pero seguía increíblemente serena. Después de cambiarse los zapatos, se acercó a él. —Ya quería preguntarte desde antes, ¿tu pierna ya sanó por completo? Hace varios días que no usas la silla de ruedas, ¿no te duele? —Más