Capítulo 96 La exesposa

—Señora Lucía. Mariana sonrió con una naturalidad impecable, mientras acomodaba suavemente su cabello, como si nada hubiera ocurrido, y miró a Lucía con una expresión radiante. —Qué coincidencia. Su actitud era tan cálida y espontánea que daba la impresión de que jamás hubiera existido ningún conflicto entre ellas, y que en ese instante no se tratara más que de un saludo cordial entre personas comunes. Lucía la observó por un momento y luego soltó una risa. —Mariana, en cuanto a descaro... sigues siendo la número uno. —Señora Lucía, creo que quizá haya algún malentendido —dijo Mariana—. Claro que, si en el pasado hice algo que no estuvo bien, le pido disculpas. La actitud de Mariana era sumamente sincera y humilde, proyectando la imagen de una persona que sabía soportar y contenerse. Pero esa forma suya, lejos de calmarla, provocó en Lucía una rabia repentina. Después de mirarla un instante, Lucía volvió a sonreír y dijo: —Ya que quieres disculparte, no puede ser tan simple como decir